Es el sentir y clamor ciudadano, no se puede permitir ni tolerar la impunidad a la corrupción que se estableció en la pasada década del gobierno de Correa , en la que se creó con una aparente legalidad todo un sistema que lo facilito, al suprimirse los informes previos del procurador y contralor en la contratación pública, así como la exigencia legal del concurso de ofertas y licitaciones en la contratación de las grandes obras de infraestructura, lo que permitió se realizaran con dedicatoria y grandes sobreprecios, así como se limitó la acción de la Fiscalía al no poder iniciar la acción penal c, sin que previamente haya un informe de Contraloría quien determinaba si existían indicios de algún delito. Al respecto es bien conocida la inacción dolosa del ex contralor. Actualmente existen cerca de mil denuncias, que solo el año pasado han ingresado a la Fiscalía General , sin que ni siquiera se haya iniciado con las investigaciones pertinentes. El gobierno del presidente Moreno, ha presentado más de 500 denuncias de corrupción del régimen anterior y últimamente los resultados de una auditoría internacional a las obras emblemáticas, en las que se han detectado descomunales sobreprecios y mala calidad en su ejecución. La Contraloría informa que existen 317 ex funcionarios con indicios de responsabilidad penal, el perjuicio que se ha ocasionado al Estado supera los cincuenta mil millones de dólares , sin que hasta la presente fecha se haya recuperado una mínima parte de lo robado, por lo que es necesario y urgente que la Fiscalía y los jueces sancionen drásticamente a los corruptos, y la Asamblea legisle aumentando las penas para esta clase de delitos y expidan leyes que permitan la recuperación del dinero mal habido, confiscando los bienes a estos delincuentes. Es oportuno rememorar el pensamiento de Juan Montalvo en su las Catilinarias: “Robar a la nación, es robar a todos, el que roba, es dos, cuatro, es diez veces ladrón, roba al agricultor, al artesano, al padre de familia, roba al grande, roba al chico, todos son contribuyentes del Estado, el que roba al Estado a todos roba y todos deben perseguirle por derecho propio y por derecho público”.
Manuel S. Yépez Andrade