¡Por fin! San Pedro con bajas temperaturas y una lluvia pertinaz logró hacer lo que a las autoridades les corresponde, que es velar por nuestra paz y seguridad.
Lo que sí era una tradición, en la que se reunían sueltos todo el año para dar a los niños y niñas disfrazados de viudas, como un personaje alusivo a la quema del año viejo, era una fiesta familiar. Sin embargo, ahora nos vemos en cada semáforo invadidos por adultos que en masa se lanzan contra el vehículo con gestos y escenas obscenas a exigir dinero. A más de ser un atropello irrespetuoso, está siendo utilizado para delinquir.
Señores Alcaldes, señora Ministra de Gobierno, deben controlar estos espectáculos que irrumpen nuestra cotidianidad. Es su obligación velar para que podamos transitar con nuestras familias, hijos pequeños, etc., por las calles, sin el atropello que supone esta tergiversación de las viudas.