Las salvaguardias impuestas por el Gobierno son un ‘garrotazo’ al ciudadano, al viejo estilo de los programas de ajuste impuestos por el denostado Fondo Monetario. Las sobretasas arancelarias que van del 5 al 45% -la mayoría entre 25 y 45%- producirán una violenta subida de precios en productos de consumo masivo, como los electrodomésticos que son indispensables en la vida actual. Los pequeños apartamentos en los que vive la mayoría de las familias de ingresos medios y bajos, no puede dejar de tener lavadoras, secadoras y refrigeradoras, porque los limitados espacios así lo exigen.
Y hay que tener en cuenta que el impacto en los precios finales no será solamente del valor del arancel adicional, sino que se añadirá el IVA calculado sobre una base mayor y el ICE, en los casos que aplica este impuesto, más los correspondientes márgenes de operación y utilidad. De manera que en varios casos subirán los precios de estos artefactos hasta en un ciento por ciento.
Las llantas también aumentarán de precio, incluso las que usan los medios de transporte de personas y mercaderías, lo cual desatará incrementos de precios generalizados que impactarán directamente en el bolsillo de los consumidores. ¿Salvaguardias para defender la dolarización, como dice el discurso oficial?
El manejo dispendioso de los recursos públicos, el crecimiento incontrolado de la burocracia y las inversiones improductivas, son, entre otras, las causas de los problemas actuales. Manejar las finanzas públicas confiando en que permanecerán los altos precios del petróleo, sería actuar como el padre de familia que confía en que cada año se sacará la lotería.