Un amigo. Un amigo y una fecha. Un amigo y una vida. Mi amigo es también una sonrisa y un corazón muy generoso. Su jardín es su madre de cien años. Su esposa, sus hijos. Sus nietos. Su jardín han sido también sus amigos. Es como esos toros nobles que morirán con bravío, peleando. Es Xavier Neira Menéndez. Ahora que prometí no saber más de política. No escuchar en la radio noticieros, no es que eche de menos ser polémico, para qué, si lo que pueda escribir no contribuye en nada a deshacer lo armado en la Constitución del 2007, por la Revolución Ciudadana y después como frenar toda la trinca y los contubernios. No quiero sentirme vapuleado, no hay derecho. Sé que tengo un amigo, porque simplemente le recuerdo como un niño recuerda a su amigo, con agrado. Qué riqueza ha sido tener un amigo cercano a León Febres Cordero. Pocos saben que León nunca fue una fiera sino ante todo un educado caballero y lo que puede haber hecho de malo si abrimos bien las cartas podrá estar justificado, pues sin lugar a dudas fue un patriota consumado y Xavier fue su amigo y el 24 de julio, cumple años. Y seguirá viviendo y seguirá riendo y amando. De vez en cuando brotará un improperio como cuando el mar lanza su sucia resaca y no es solo el caso J.G. son tantos casos. No se asusten porque el político seguirá dando guerra, con la verdad en mano.