Aquel sagrado grito de libertad del 10 de Agosto de 1809, no fue un hecho aislado, sino que se fue consolidando de a poco en el corazón del pueblo. Pero, paradójicamente, ¿qué es lo que está ocurriendo ahora en el país?, que el poder político está pretendiendo arrebatarnos de cuajo la posibilidad de expresarnos libremente y, más que eso, el derecho, que les costó defender a sangre y fuego a nuestros héroes; pero que, muy a pesar de los ciudadanos amantes de la libertad, hoy se está queriendo coartar total y definitivamente la posibilidad de decir sin restricciones y a los cuatro vientos nuestra palabra, debido a la oprobiosa ley mordaza que se insiste en querer aprobarla en la Asamblea por parte de la mayoría gobiernista y de ciertos “independientes”.
Ojalá no vuelvan a atarnos las cadenas del sometimiento y la opresión, que ya las creíamos rotas y superadas.