Me ha llamado la atención el conflicto del Municipio con los vendedores de gas por el sonido con el que anuncian su producto por calles y avenidas de la ciudad.
Ojalá el Municipio se preocupara de controlar el estruendo que generan muchas motocicletas, a cualquier hora del día y de la noche.
Son un verdadero atentado contra la salud auditiva y el descanso nocturno.