Este fue el tema que desarrolló Mons. Julio Parrilla en el Panel que tuvo lugar en la USFQ el pasado 19 de marzo. Considera a la familia amenazada por la aparición de culturas y costumbres nuevas, esto se debe a este mundo globalizado en el que estamos viviendo. Se refirió al ‘relativismo moral’ de que ‘todo lo posible es bueno’ y el cambio de valores nos está llevando a una crisis del celibato y del matrimonio.
Frente a esta realidad presentó como desafíos: 1.- El Estado debe promover legislaciones éticas e integradoras (no aborto) desde los valores de la libertad, identificar lo legal con lo moral. 2.- Consolidar el hogar. 3.- Interiorizar mediante una toma de conciencia de la vocación de la familia, oración y diálogo 4.- Ejercer la coparticipación y corresponsabilidad desde el amor. Además, enfatizó como desafíos: La presencia de los cristianos en el mundo de la política, de la cultura y en la condición de ciudadanos.
El Dr. Gustavo Noboa Bejarano, al hablar de la realidad de la familia propuso la necesidad de promover una pastoral en la parroquia, en los colegios, escuelas e inclusive una ‘pastoral para divorciados’, dado el alto índice de divorcios en el país.
Concluyó el Panel con la intervención del Dr. Juan Carlos Riofrío, con el tema sobre la visión jurídica-política de la familia. Actuó como moderador el Dr. Juan Carlos Rivadeneira.
La celebración de los 30 años de la Exhortación Apostólica del Papa Juan Pablo II ‘Familiaris consortio’ fue la razón del evento. Cuyo mensaje es que se afronte por la dignidad y fortalecimiento de la familia con acciones efectivas y concretas desde los diferentes estamentos del Estado, así como de la Iglesia y de las propias familias cristianas amenazadas por culturas y costumbres nuevas.