Las autoridades respectivas han anunciado que se mantendrá la restricción vehicular en Quito una vez finalizado el estado de excepción, decretado por el Gobierno nacional con motivo de la pandemia que nos azota.
Lo anterior significa que los vehículos particulares tendrán que atenerse a un calendario prefijado entre placas pares e impares, distribuido en los días de la semana.
La medida, en principio, tiene la finalidad de disminuir la circulación de personas y con ello minimizar el riesgo de contagio en la población.
Pero caben aquí algunas reflexiones sobre la validez de esta medida.
La población en general espera retomar sus actividades, ya que una ciudad paralizada se agota mental y económicamente; pero si debe recurrir al servicio público de transporte, es un hecho que la exposición al contagio será mayor que circular en su propio vehículo.
Para aquellas personas que se movilizan en bicicleta, la amenaza de ser asaltados por delincuentes y personas desesperadas sin ingresos es constante. Son muchos los casos de esta naturaleza que se han producido en los últimos meses. Lo mismo ocurre con quienes circulan a pie.
Finalmente, rotar el turno de circulación por meses pares e impares podría chocar con el horario de circulación en otras ciudades y provincias, además de tener que estar alerta al cambio de mes para saber cuándo y no circular en auto.
¡No hay nada mejor que lo práctico y sencillo!