¡Respeto!

Al volver luego de varios años de no vivir en Quito, lo primero que llama la atención es la falta de respeto general a la integridad del ser humano. No hay conciencia sobre los riesgos que tanta gente toma día a día para sobrevivir en esta ciudad. Y uno de los peores casos es el de la gente que vive a la salida oriental del túnel de la vía Interoceánica. Primero, aunque no es lo grave, contraviniendo las ordenanzas municipales, tienen las viviendas instaladas en terrenos que debieran ser el área de protección de la quebrada. El rato menos pensado, como pasó con la carretera, bien pudieran terminar en el fondo de la quebrada aplastados por tierra y escombros. Y luego, cruzan indiscriminadamente una vía que debe ser de las de mayor tráfico en la urbe, poniendo en riesgo no solo su vida, sino la de la gente que conduce. Se los ve con infantes parados en la línea divisoria de carriles esperando a cruzar y respirando el humo de busetas escolares e institucionales que son una vergüenza nacional en contaminación ambiental.

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