Muchos funcionarios públicos que cuentan con una amplia trayectoria en las instituciones públicas, mencionan que es necesario que exista mayor tolerancia y comprensión, para quienes han dado durante casi toda su vida, el mejor de sus esfuerzos, dedicación y empeño, en beneficio y bienestar ciudadano, a través de su trabajo honesto, transparente y profesional.
Solicitan que exista menos persecución e intimidación, sobre todo al personal de mayor experiencia y conocimientos; que se respete su estabilidad laboral; que cese el acoso al que muchas veces son sometidos, con las consabidas amenazas de supresión de partidas o compra de renuncias, o las insinuaciones de hacerles pasar un mal rato en las evaluaciones del personal.
Que se reconozca e incentive el esfuerzo económico de los funcionarios públicos que obtienen títulos académicos, mejorando sus sueldos; que se valore la sabiduría, honestidad y calidad moral de quienes tienen muchos años trabajando en las entidades públicas. Que se aproveche la sapiencia de los empleados “antiguos” para que sirva como guía y orientación.
Arturo Lara Noriega