Varios, han sido los cambios culturales y políticos los que han modificado las necesidades de comunicación en la sociedad, alterando más aún las formas de ejercer el periodismo en el Ecuador. Y es que, desde el triple asesinato en Colombia, de los periodistas secuestrados en Mataje, el de Efraín Ruales, hasta el despido de centenares de profesionales de medios tradicionales, a causa del covid-19 han marcado un hito en el ejercicio de la profesión.
Otro mandato de gobierno está a punto de culminar, pero continúan ausentes políticas que velen por la seguridad de los profesionales de la comunicación, así como el garantizar condiciones propias de una estabilidad laboral; condiciones que los aspirantes a la silla presidencial, tampoco han tomado en cuenta.
Resulta necesario repensar la profesión, sin duda. No obstante, la necesidad de dar a conocer la información, como el compromiso de los profesionales del periodismo con la sociedad debe permanecer innata. A cambio, solo se demanda una cosa, el respeto a la profesión, pero sobretodo, el respeto por la vida.