Comenzaré refiriéndome al art. 160 de la Constitución en la parte que indica que las Fuerzas Armadas estarán sujetas a leyes específicas que regulen sus derechos y obligaciones y que se garantizará su estabilidad y profesionalización.
He citado este artículo para recordarle al Ministro de Defensa que los militares no solamente tienen obligaciones sino también derechos, los mismos que han sido constantemente conculcados por las actuales autoridades políticas, tal es el caso del destituido Comandante de la Marina que presentó un reclamo formal por órgano regular, o sea cumpliendo con la ley militar, para que la máxima autoridad rectifique una información alejada de la realidad que perjudicaba el buen nombre de la institución naval. Se ignoró el reclamo y en su lugar se atentó contra el principio constitucional de la estabilidad y se terminó con una carrera profesional de treinta y cinco años. El Sr. Patiño tenía la obligación de tramitar el reclamo presentado por órgano regular y el señor Correa debía rectificar el desaguisado de acuerdo con la leyes militares y de comunicación y por el respeto que se merecen las Fuerzas Armadas.
El Sr. Patiño, a través de los medios de comunicación, ha pedido a los militares disciplina y respeto a las autoridades; los militares en activo no pueden replicarle por los mismos medios pero los que estamos en pasivo sí podemos recordarle a él y a la máxima autoridad que la disciplina y el respeto a la autoridad fluyen normalmente cuando las autoridades, que están de paso, respetan la Constitución y las leyes militares y no se exceden en sus atribuciones, porque todo tiene su límite.