El voto es una expresión cívica solemne que, cumpliendo las normativas constitucionales y legales, y siendo una obligación el sufragar, permite elegir en forma secreta y voluntaria a la persona o personas a un cargo o dignidad… Democráticamente, por mayoría, el elegido se convierte en mandatario y los electores en mandantes…
Se entenderá que el elegido, previamente cumplió con los requisitos pertinentes; entonces en el caso actual, los alcaldes, prefectos, concejales, etc., aunque no hayan sido de nuestras preferencias, deben ser respetados por todos…
Por ejemplo. Yo no voté ni por el Alcalde Yunda, ni por la Lcda. Pabón, pero eso no me da derecho a usar y abusar de las redes sociales para ofender, sobre todo escudándose en la cobardía del anonimato. Gobernantes y gobernados democráticamente nos debemos nuestro respeto.
Es el momento de unirnos y sacar adelante a nuestra ciudad y por ende nuestro país… Que los mandatarios cumplan su misión sin amarres políticos ni revanchismos.