Conozco a Carlos López A; desde las aulas de la Universidad Central; estudiante ejemplar con habilidades quirúrgicas envidiables, formado por prestigiosísimos cirujanos y por maestros que nos enseñaron ética, moral y respeto al paciente.
No niego que existan “colegas” que cometan fallas médicas muy graves por distintos motivos. Yo no soy quien para juzgarlos.Sin embargo, lo sucedido y públicamente conocido respecto a la clara y evidente injusta sanción a mi compañero y amigo me hace pensar que tuvo mayor influencia la diplomacia y nuestra sumisión a los extranjeros que una actuación recta por parte de quienes lo juzgaron. Personalmente protesto por esta sanción que además “crea jurisprudencia” nefasta.
Defiendo lo que es justo, legal, ético y moral; no estoy defendiendo nada ni a nadie que no cumpla estos parámetros. Comparto el dolor que nos acompaña a compañeros y maestros de Carlos. Lamento que un inocente por salvar una vida vaya a la cárcel. Felicito a la Embajada francesa (?).