En EL COMERCIO de ésta fecha aparece una columna suscrita por Sebastián Mantilla titulada “La renuncia del embajador” en la que se refiere a mi renuncia como embajador en Washington que me obliga a hacer algunas precisiones:
– Dimití a mi función a la embajada el 6 de enero en curso. Tengo el certificado de la recepción del sobre que contenía la renuncia pues su contenido era para exclusivo conocimiento del Presidente.- Al día siguiente, de manera innecesaria el señor J.S Roldán anunció que el presidente me había pedido la renuncia. Extraño que se me la solicite cuando ésta ya había sido presentada.
– Yo no estoy en desacuerdo con el programa de vigilancia aeromarítima de los Estados Unidos como lo dice Mantilla, por el contrario, lo apoyo más aún si viene de ese país amigo que tiene tecnología y mecanismos del más alto nivel.
– En lo que no estoy de acuerdo es en que este Programa tan complejo se realice sin que exista un marco normativo específico que establezca sus alcances, responsabilidades y condiciones.
– No va a ser Mantilla quién me recuerde que el Presidente de la República es quien define la política exterior y nombre y cese embajadores después de 35 años de carrera. No va ser el tampoco él quién me diga cuales son las funciones que debe cumplir un embajador.
– Fueron numerosas las ocasiones en que por escrito y verbalmente hice conocer mi preocupación sobre la falta de ese instrumento vinculante a la Cancillería, al propio Canciller y al Sr. Roldán.
– No tengo una “forma particular de interpretar el papel de embajador”, como afirma Mantilla. Lo hago como lo he hecho por décadas con patriotismo, profesionalidad y responsabilidad, primero por mi país y luego por mi buen nombre.
– Si mi Comunicado aclaratorio sirve para que se firme el convenio rápidamente –¡se lo viene negociando desde agosto de 2018!- no habrá sido “un golpe bajo” al proceso de acercamiento entre los dos países sino todo lo contrario.
– Si ha habido una aproximación admirable entre los dos países en estos dos últimos años, que todos reconocen, ha sido en buena medida a la eficaz gestión de la embajada a mi cargo.