A propósito de lo manifestado por el Director de Desarrollo Institucional en la ceremonia que se recordó el Día del Arma de Artillería del Ejército, dijo textualmente: “Los artilleros respaldamos incondicionales las reformas, el rediseño y la transformación de nuestras FF.AA.”; resulta insólito y preocupante lo manifestado por el Director de Desarrollo Institucional del Ejército porque habla -hago hincapié- de “un respaldo incondicional” y de “una transformación de nuestras FF.AA.; en primer lugar jamás se debe hablar de una “incondicionalidad” en la institución militar, una cosa es la lealtad y otra la sumisión o incondicionalidad. La tal mentada reorganización de las FF.AA. pensé que sólo era una mera declaración del poeta Ponce, ministro de Defensa y publicada por Infodefensa de España el 30 de noviembre del 2010. (¿Están asimilando el mal ejemplo de los militares venezolanos?).
El cientista colombiano Jean Carlo Mejía Azuero, ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, en su artículo “Debilitamiento de las FF.AA.”, se refiere a “las estrategias de control efectivo de los militares” descritas en el libro “Supreme Command” de Elliot A. Cohen, director del departamento de Estudios Estratégicos de la Universidad Johns Hopkins, donde describe cómo manejar a los militares, especialmente cuando hay un liderazgo militar débil. Cohen señala que en regímenes que controlan a su antojo los temas de política militar “gran parte del estamento castrense y policial considera que la política de seguridad democrática ha sido benéfica, pero cuando se contrastan los resultados con la moral de las tropas, la situación de la seguridad social, la justicia penal militar, la guerra jurídica y judicial entre otros temas, la respuesta cambia totalmente”.
Me permito recordar lo que piensan los miembros del Foro de Sao Paulo de las FF.AA. latinoamericanas -tal como están concebidas en la actualidad- deben ser destruidas o transformadas en milicias populares que sirvan de brazo armado de la revolución con el objeto de garantizar la permanencia en el poder de los gobiernos totalitarios de izquierda.