El Centro Histórico Patrimonial de Riobamba, principalmente en horas de la noche, se debate entre la indiferencia y el quemeimportismo de las autoridades competentes, que deberían asumir su responsabilidad y actuar con diligencia en una recuperación total, no solamente física, sino buscando alternativas que ayuden a darle vida, alegría y colorido, cultural y artísticamente hablando.
Como un proyecto piloto, se podría iniciar los fines de semana, viernes y sábado, trabajando en la recuperación de estos espacios arquitectónicos, donde haya seguridad, peatonalización de calles y conformación de rutas guiadas con información sobre parques, mercados, iglesias, edificios patrimoniales, museos; complementadas con ciclo vías, para que los ciclistas puedan disfrutar de cada uno de los bienes patrimoniales que poseemos en la Sultana de los Andes.
Esta iniciativa si fuera aplicada por las autoridades competentes, reforzaría el derecho que tiene el peatón a contar con espacios libres y amplios, sin obstáculos, y reducir la contaminación acústica y ambiental, incluso permitiendo encuentros ciudadanos y familiares, donde se pueda compartir e intercambiar opiniones sobre temas de interés colectivo, en medio de la música, el arte y la cultura.