Por necesitar un certificado, que es válido si únicamente es extendido por el Ministerio de Salud, me vi obligó a buscar un centro médico de dicha dependencia que esté capacitado para otorgarlo y que esté ubicado cerca de mi domicilio, por cuya razón recurrí al “Subcentro de Salud” localizado dentro del mercado de Santa Clara.
El Subcentro mencionado funciona en los altos de tal mercado, por lo que no es fácil dar con el sitio porque, ni siquiera, hay un rótulo que lo identifique, peor todavía porque el portón de ingreso sirve para quienes van de compras, como para quienes buscan atención médica. Cuenta con una grada de ingreso al segundo piso, pero no con una rampa para quienes se mueven en sillas de ruedas, por lo que siendo una dependencia destinada, entre otras personas, a la atención de ciudadanos con discapacidad es inútil para la mayoría.
Inclusive hay que destacar que el sitio referido atiende también a otros pacientes como madres en estado de gestación y a niños que, por su edad, son llevados en brazos sin que exista la asepsia mínima e indispensable.
En concreto, resulta inadmisible que las “personas sanas” gocen de las comodidades de las oficinas centrales del Ministerio del ramo y los “enfermos”, sean atendidos en un sitio como el referido, el cual por higiene deberían cerrarlo, porque las bodegas de un mercado no pueden convertirse en dispensario médico. Espero que esta carta la lean las autoridades, porque es una ignominia que siga funcionando.