La Carta a García describe como el “El New York Times relató en enero de 1978 que cuando el presidente Carter asumió el poder pudo detectar ruido de ratones en la oficina más importante de la Casa Blanca por lo que llamó a la oficina de servicios generales para que busquen una solución al problema, pero algún ratón murió y el olor se hacía cada vez más insoportable, al reclamar por tal situación recibió como respuesta que fueron exterminados todos los roedores y que si esto estaba sucediendo era por causa de un ratón “externo” y que el caso debía ser tomado por el Ministerio del Interior, para solucionar el problema se conformó un equipo de trabajo conjunto el mismo que se dedicó por varias semanas a buscar una solución al problema”.
Cuando una institución no dispone de personal calificado pero sí de muchos todólogos, sufre un largo proceso de contradicciones técnicas e ideológicas donde nadie asume responsabilidades ni presenta soluciones, los procesos técnicos y administrativos que una entidad responsable debería tenerlos, son cosa del pasado, la improvisación es un síndrome muy común en nuestro medio que permite la conformación de infinidad de comisiones especiales o grupos de trabajo que luego de largos períodos de deliberaciones, mucho ruido y un alto costo económico poco o nada hacen para resolver los problemas, lo importante es encontrar culpables para justificar “la rigidez de la democracia”.
La ausencia de objetivos ante la inflexibilidad de la norma y la falta de diálogo son la causa principal para la ausencia de resultados. Hay que tener el valor para admitir que algo se está haciendo mal, aceptar que hay algo que aprender y que hay una mejor manera de hacer las cosas.