El 9 de agosto falleció en Quito el doctor Ramiro Borja y Borja; murió en su casa, acompañado de su esposa, con la misma paz y tranquilidad con la que vivió toda su vida. Fue un hombre de extraordinarias cualidades y virtudes: hombre de paz, honrado, veraz, trabajador incansable, incapaz de pensar o hacer mal a nadie; vivió para los demás con una exagerada humildad. Ocupó varios cargos públicos de los que nunca se jactó ni fue arrogante, los ejerció consciente que solo si servía a su patria y a los demás servía; pensando en cómo ayudar a su país, a los profesionales especialmente del Derecho escribió muchas obras, todas ellas de gran trascendencia e importancia que quizá por esa misma humildad no hizo propaganda, pero creo que es hora que todas y todos los ecuatorianos que sabemos quién fue el Dr. Ramiro Borja y Borja hagamos honor a su obra, a su trayectoria al legado de sabiduría que nos deja.