Lindo Quito de mi vida, lleno de grafitis, insultos, pensamientos, ofensas en cada pared de casa, edificio o lugar visible para plasmar pensamientos que pueden ser de agrado o desagrado para muchos, sin importar en lo absoluto el daño que hacen a los dueños de casa que se ven en la obligación de pintar muchas veces sus propiedades.
El daño causado en cada rincón de esta linda ciudad, debe ser condenado por las autoridades competentes, debe existir una ordenanza que evite esta clase de abuso y maltrato a nuestra ciudad, y que así como se toman todo el tiempo del mundo para “plasmar” sus pensamientos, lo hagan para pintar y arreglar todo el daño causado.
Lamentablemente, lo que para unos les parece una forma de desahogar sus pensamientos o críticas políticas o sociales que acontecen en el país, para otros es una agresión para la ciudad, No hacen más que aprovecharse de la oscuridad de la noche por no dar la cara y enfrentar con madurez los acontecimiento ocurridos en nuestro país.