Para ninguno de los quiteños es desconocido que nuestra ciudad por su ubicación geográfica vive constantemente en riesgo. Pese a esto, creo que a la mayoría de quienes vivimos en esta majestuosa ciudad, no nos ha interesado en el pasado preguntar o conocer cómo debemos actuar frente a posibles amenazas de la naturaleza, como es el caso de una eventual erupción del volcán Cotopaxi.
Si bien es acertado el accionar del Municipio de Quito, entidad que se encuentra actuando de forma rápida con el fin de tener implementados sistemas de alarma temprana, planes de contingencia y evacuación, protección del agua para que la ciudad no tenga que enfrentar un desabastecimiento, así como también la red de solidaridad que por intermedio de la Presidenta del Patronato San José, ha logrado con el apoyo y respaldo de la Cámara de Comercio de Quito y otras entidades, para comprometer recursos privados y así atender de forma oportuna a quienes podrían verse afectados, no debemos restar importancia a otras situaciones de riesgo que los capitalinos enfrentamos. Confío en que el alcalde Rodas y posteriores administraciones consideren la implementación de planes de contingencia frente a la mayoría de riesgos que afronta nuestra ciudad como un tema prioritario en sus planes de trabajo. Hoy es el Cotopaxi, pero mañana puede ser otra la situación a enfrentar.