Quiero ser un padre que ame la vida, que vea en mi esposa la fuente de vida, que mire en mis hijos la mano de Dios; que ante Él me incline con gran devoción.
Quiero ser un padre que sea el ejemplo, el limpio espejo para todos mis hijos, que ellos me honren con veneración; que mi vida perdure y mi recuerdo viva.
Quiero ser un padre de gran vocación, que en mi mente mis padres estén; que en cada lucha por buscar el pan me encomiende fiel al Dios Creador.
Quiero ser un padre que sepa amar, perdonando errores pidiendo perdón; reconociendo mis faltas siendo mejor.
Quiero ser un padre a imagen de Dios, que ame a mis hijos con todo fervor, que en mi alma viva la madre de ellos, que yo sea la fuerza, la guía y el bien; ciudadano honrado y hombre de paz.
Quiero ser un padre que viva con Dios, que implore su auxilio, su luz y verdad; diciéndole humilde: “Padre Nuestro que en el cielo estás, hágase en mí y en mi hogar siempre tu voluntad; danos a diario tu pan y perdona mis ofensas, aléjame de la tentación y líbrame de todo mal”.