En el pasado un político del que no quiero acordarme dijo que va a construir ríos y lagos donde no hay agua lo cual era loco pero a la final un reto posible, pero hacer veredas donde ya había veredas en lugar de hacerlas donde no hay es el colmo y además de todo nos presenta una palabra nueva que no significa lo que se supone que significa soterramiento, pues seguimos viendo cables aéreos por todo lado, será que para que sea redondo el negocio habrá que levantar después el adoquín para meter los cables y volver a adoquinar . Ahora después de ponerlo vuelven a quitarlo para poner plantas que a la final serán de responsabilidad de los dueños del predio y como siempre el Municipio se inventará una multa por no cuidar una planta que nunca pedimos.
Han pasado cinco meses y el adoquín colocado se está desmoronando y pensar que se destruyeron veredas de hace más de cinco años que estaban en buen estado, lo mejor es que todos estos cambios vienen cargados en los impuestos prediales o sea nosotros pagamos los experimentos del Municipio.
Es cierto que el adoquín se ve bonito, pero no reemplaza para nada a un área verde por verde que sea el adoquín, claro debe ser que el camino a Carondelet se ve mejor con adoquín ¿será?