Hace unos años, cierta radio quiteña ponía éxitos en inglés de los 70, 80 y 90, música inmortal, en casi toda su programación; hoy es 80% noticieros y consejos de belleza y apenas 20% música. Sin desconocer el valor de los noticieros, es lamentable cómo esa emisora aniquiló casi totalmente su oferta musical. Otra radio ponía éxitos en español de maestros como Raphael, Perales, etc.; hoy divide su espacio entre música urbana y covers, a mi juicio mal hechos, de conocidas canciones. Recién hubo otra radio que ponía magníficos hits de soft rock en las tardes; hoy esa radio desapareció en Quito y fue reemplazada por otra, adivinen de qué: de música urbana.
Todo género musical merece su espacio. Lamento que la música setentera, ochentera y noventera casi ha desaparecido de las radios quiteñas. No todo debe ser música urbana e insípidos covers, mezclados encima con las aburridoras cadenas de cierta secretaría. Hay público variado, no solo los fans del reggaetón y similares viven en Quito. Los ratings actuales prueban que algunas radios quiteñas que abandonaron su esencia por irse solo por lo urbano y los covers, ya no tienen la misma acogida de antes.