Estamos viviendo una época de situaciones inconcebibles que nos conducen cada vez más a una crisis de valores que lamentablemente ya no existen; a cambio impera la violencia, corrupción, delincuencia, femicidios, violaciones, pero lo más doloroso es el acoso sexual a nuestros niños y adolescentes en las mismas instituciones educativas particulares y fiscales por los mismos “profesores” y a vista y paciencia de “autoridades y psicólogos”, quienes si son profesionales deberían darse cuenta del comportamiento característico e inusual de quienes sufren abuso.
Pienso que desde que “alguien” dijo que cualquiera puede ser profesor, que presenten sus carpetas y que se les dará un curso de tres meses suficientes para entrar a las filas del Magisterio se dio paso a que gente sin la ética y la mística que se requiere para ser maestro ocupe estos cargos desgraciando la vida de quienes se supone son el futuro de la patria.