Orden de captura para el ex presidente Jamil Mahuad, la Interpol notificada. Leyendo la noticia sin analizarla a profundidad se pudiera decir que al fin se hará justicia por la quiebra del Estado; pero haciendo un poco de memoria y quizá con un poquito de mal pensar, podemos concluir que se está queriendo echar tierra sobre un delito que afectó a millones de compatriotas, condenando a una sola persona.
No pueden y no deben quedar libres de culpa quienes (sectores políticos de todas las tendencias) con sus acciones y reacciones obstaculizaron la libre gestión democrática llevando al país a un estado calamitoso; caldo de cultivo para demagogos que desde el Congreso hicieron leyes a la medida de los intereses de cada grupo de poder, anticipándose con años al desastre final.
Cosas del destino que en esas circunstancias llegue a Carondelet el sindicado; no es que recibiera un Estado por lo menos funcionando como tal y con una economía estable, para destrozarlo con su administración; ahí sí, se debiera procesarlo solamente a él. Y no es que debiera librársele de culpa al ex Presidente tampoco, porque constituye un delito el haber cedido a las presiones en bien de las élites interesadas sin importarle para nada el bien del Ecuador.
Sugiero muy comedidamente que EL COMERCIO edite una reseña desapasionada sobre la quiebra económica, puntualizando los antecedentes con sus protagonistas que tienen nombres y apellidos, para que estos no asomen como unos angelitos que están haciendo justicia en bien del “pueblo”; para que sean procesados de una o de otra manera la mayoría; entonces se pudiera decir que la justicia está empezando a funcionar en forma debida.