Con mucha decepción vemos que algunos asambleístas lanzan proyectos con mucha demagogia y pocos resultados. La asambleísta Vélez, quien hace poco defendía un proyecto justo y razonable de la jubilación especial para la mujer que resultó fallido por no poder reunir el apoyo necesario; ahora lanza otro, sobre ley de inquilinato que en supuesta protección a los inquilinos agravaría la situación de dueños de casa que en un gran porcentaje son personas de la tercera edad. Este proyecto se congraciaría con el Municipio al proponer que los montos sobre garantías de los contratos vayan inmediatamente al bolsillo del Municipio distrital sin que el arrendatario pueda usufructuar del mismo, y además con el agravante de exigir al mismo la entrega obligatoria de una factura al inquilino por los pagos y ya no un simple recibo.
Imagino que la señora asambleísta no entrega facturas por sus servicios que presta y nunca ha tenido que realizar los engorrosos trámites que resultan al tener que imprimir facturas, primeramente acudir al SRI para sacar el RUC, para obtener la clave y poder ordenar se le imprima las respectivas facturas; luego tener que cancelar la patente municipal por el pago del Registro Único de Contribuyentes; luego realizar las declaraciones mensuales o anuales del Impuesto a la Renta y todo esto vía Internet o tener que pagar a un contador para el respectivo envío.
Esperamos más bien que la asambleísta trabaje con mayor efectividad y coraje en su primer proyecto que se propuso que sí merece el apoyo.