Salvo ocultos intereses políticos y económicos, la propuesta de unificar y prorratear los “Décimos” a los sueldos de los empleados, a mi modesto criterio resulta por demás inconsistente y desacertada; pues, como todos sabemos, este tipo de bonificaciones e incentivos fueron instaurados, en anteriores administraciones, para cumplir con objetivos puntuales y oportunos que, de alguna manera, vienen a paliar la escuálida economía de la mayoría de ecuatorianos. Se trata de un dinero extra que, en determinadas fechas, los empleados esperan con verdadera ansiedad, tanto para cubrir los gastos inherentes al ingreso a los colegios, como al de las festividades navideñas, en donde, ineludiblemente, los egresos son mayores. Qué familia, por más humilde que sea, no se sirve, en estas fechas, al menos un pollito y agasaja a sus hijos con una pequeña funda de caramelos.
Es menester que antes de pensar en este tipo de modificaciones, políticos y asambleístas analicen, minuciosa y concienzudamente, todos estos pormenores evitando, en lo posible, tomar decisiones inconsultas que, a no dudarlo, irán en evidente perjuicio y desmedro de los trabajadores.