Es obvio que lo importante en una elección es el proyecto de país que presenten los candidatos. Las personas somos provisionales, de manera que es el conjunto de ideas lo que debe suscitar el apoyo de la ciudadanía.
El gobierno actual ha tenido la motivación principal de incluir a la población tradicionalmente excluida. Por eso el Estado ha cumplido una función reguladora en la economía y ha recaudado impuestos de los que más tienen para realizar obra social. La propiedad estatal de los bienes estratégicos, como son los servicios públicos (electricidad y telefonía), ha permitido mantener los precios subsidiados.
El otro aspecto fundamental del programa de la revolución ciudadana ha sido el cambio de la matriz productiva. Este implica el incentivo a la producción nacional, que tiene que ser de propiedad privada, y la promoción de las exportaciones. Por eso las oficinas de Pro Ecuador en distintas partes del mundo y los contratos de inversión extranjera en los puertos . Por eso el acuerdo con la Unión Europea. Sin embargo, dicho acuerdo debía trabajarse bien para no perjudicar la industrialización del país, ya que el objetivo es que Ecuador deje de ser primario-exportador. La explotación de los hidrocarburos y la minería es una etapa básica.
El gobierno piensa en la refinación de combustibles, pues es absurdo que exportemos crudo e importemos gasolina y diesel.
Ha habido en el pasado y se nota en los actuales candidatos fuera del binomio de Alianza País, mucho inmediatismo. Quisieran desbaratar el proyecto actual, pero no presentan una visión global a largo plazo.