Las preferencias arancelarias por parte de los Estados Unidos de Norteamérica (Atpdea), fueron creadas con un gran objetivo: impulsar la lucha contra el tráfico de drogas, estimulando la producción de los países andinos con facilidades tributarias en los EE.UU. Recordemos que el presidente Rafael Correa, semanas atrás, anunció que se prepara un plan que contendrá nuevas políticas de compensación que se aplicarán para los sectores exportadores, entre est os, de flores, atún enlatado y brócoli. Este plan se aplicaría, en el evento de que no haya la renovación de tales preferencias arancelarias, debido a la pronta entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Perú con el coloso del norte. El Primer Mandatario fue claro en sostener que si se aumentaren los aranceles a esos productos en EE.UU., se implementarían políticas de desarrollo como la reformulación del mecanismo de certificado de abono tributario; es decir, una compensación necesaria a los productores de brócoli, flores y atún enlatado. Bien por el apoyo a la producción nacional, pues crea riqueza y muchas fuentes de trabajo.