La procacidad visual y verbal
´Chateando´ con ex compañeros de colegio católico, que es mucho decir frente a tal relativización de valores, me topé con el comentario de que a nadie le debe afectar uno que otro vídeo erótico. La respuesta fue que no se trataba de cómo reaccionaba cada uno de los adultos que conformábamos ese chat frente a la silueta de una linda chica, lamentablemente utilizada, en detrimento de la dignidad de las mujeres, quienes, comparto, largamente nos superan con su insondable inteligencia. Me pregunto si mi compañero, en presencia de sus nietecitas se ‘atreverá’ en su casa, con los mismos compañeros, a actuar con la misma ‘naturalidad’, so pena de perder el respeto de su familia, o de condenar, al trato y a la procacidad visual y verbal a los suyos. Hay que ser auténticos en persona, y en el ‘anonimato’ de las redes, aunque la gente ‘cuide’, con clave, que otros ‘penetren’ en su ‘adulto’ –y procaz- mundo.