El Ministro de Finanzas envió un Presupuesto para 2021, que será la guía para el próximo gobierno, con un perfil austero. Es más, se recortará los gastos que las entidades públicas no utilizaron por ineficiencia o desidia.
Ese gasto público atenuado puede ser el inicio para un camino seguro que deberá transitar el próximo gobierno que elijan los ecuatorianos por una economía ordenada. Donde el gasto corriente sea menor y poco a poco se vaya priorizando la obra pública indispensable con una atildada planificación.
Una gran carretera Quito – Guayaquil (supera utopista), que permita aminorar los largos viajes de productos y turistas. Mejorar las centrales hidroeléctricas y poner el sistema en funcionamiento óptimo y una impecable concesión al sector privado sin el veneno de la corrupción que ha matado la ética pública todos estos años.
Es vital suscribir acuerdos internacionales para dotar de red pública de internet, computadoras y todas las ayudas virtuales a escuelas y colegios de la ciudad y el campo, a los maestros y a todos los estudiantes.