El presidente Lasso ha trazado un reto socioeconómico sin precedentes en la historia del país, al decidir Acuerdos comerciales con cada una de las diez economías mayores del mundo; iniciado ya con Rusia como con China. De su parte, el Ministro de la Producción ha añadido República Dominicana y Panamá.
Se debe negociar con total independencia los Acuerdos comerciales, haciendo valer las asimetrías económicas e igualmente las de los sectores productivos y por cierto, posicionamientos en la negociación para la aplicación del ‘dumping’ y más distorsiones que generan los Obstáculos técnicos al comercio (OTC), así como los demás contemplados en el esquema de la OMC.
La estrategia estará dada por negociar “Acuerdos comerciales preferenciales puntuales”: tanto sobre sectores, subsectores o productos, por ejemplo, sobre: agrícolas, pesqueros, textiles, lácteos, automotor, etc., como de medidas en materia de inversiones, normas de origen, subvenciones y medidas compensatorias, normas y procedimientos para la solución de diferencias, etc.
Sin embargo de lo puntualizado, sería imprescindible llevar a cabo el “estudio de la demanda potencial para productos y servicios ecuatorianos”, con cada uno de los países objetivo de los Acuerdos comerciales, para de esta manera estructurar perfiles de proyectos de acceso al mercado, atraer inversiones, crear empresas, y generar puestos de trabajo.
Luego, proceder a identificar inversionistas tanto nacionales como de las naciones objetivo, para conformar alianzas estratégicas empresariales para exportar. En el entorno territorial del país, promover actividades conjuntas empresariales/inversionistas y presentar un frente por sector o rama de producción o servicios.
Presidente Lasso, el desafío planteado es de proporciones inimaginables, o desaparecen las unidades productivas del sector industrial, las agrícolas, las de valor agregado, aumentando la desocupación y la inmigración, o se lo realiza con sensatez y sobre todo con estudios técnicos de análisis del comercio global, así como de mercados en los países objetivo, el impacto sobre el nivel de producción y empleo e igualmente el índice de ventaja comparativa; fijar posiciones negociadoras que lleven al incremento de producción de las empresas existentes/ o a la creación de unidades productivas, con ello aumento en inversiones y puestos de trabajo.