¿Qué presidente deseamos?

Como generación de los ochenta he visto pasar muchos personajes políticos, que se desempeñaron como presidentes, unos fugaces, otros sin considerar lo que lo iban a ser, y los dos últimos de una larga continuidad de 14 años de revolución ciudadana, sin mencionar que esta fuerza política en el último período presidencial se distanció de sus ideales de siglo XXI.

Actualmente los problemas de corrupción, la inseguridad, el desempleo, la migración, la falta de institucionalidad de los organismos públicos, las personas que se sienten perjudicados de una u otra manera por los gobiernos anteriores y el actual, genera incertidumbre en los ecuatorianos de qué Gobierno nos vendrá y a qué deberemos atenernos. Ahora que nos hallamos a las puertas de una nueva elección presidencial nos preguntamos después de tantos presidentes que han dejado recuerdos positivos y negativos, con ofrecimientos populistas, etc. que ya ni recordamos qué no más nos ofrecieron. Sin embargo, es imposible soñar en qué presidente desearíamos:
Que tenga puesta la camiseta del Ecuador; Que trabaje en función de país; Que se rodee de gente honesta y preparada; Que establezca compromisos políticos tanto nacionales como internacionales que no comprometan la estabilidad económica y social del país; Que esté consciente que no se debe a partidarios, sino a la población seamos o no parte de un movimiento político, pero que trabajamos diariamente para contribuir al desarrollo; Que incida en las políticas públicas para la protección, competitividad y desarrollo de los sectores más vulnerables, y que no se preocupe del pasado, que trabaje para el presente porque no sabemos qué vendrá en el futuro.

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