Considerando la situación política que vive el Ecuador, que ha tenido que soportar cambios por los experimentos de ideologías de corte socialista de izquierda que se plasmaron en la Constitución en la Asamblea Constituyente de Montecristi en el 2008 y que todos creímos que iban a servir para proyectar al país a un futuro basado en una verdadera democracia justa y equitativa, de control de los bienes del estado, de una distribución justa de la riqueza, de una honesta actuación de los elegidos por el pueblo para administrar el país, de una independencia de los poderes del Estado, sin intromisión de políticos abusivos que han engañado a todos los ecuatorianos con actos corruptos sin importarles un pepino el país, es justo que en la consulta popular se pregunte al pueblo si quiere un cambio democrático de respeto y justicia para todos los ecuatorianos.