Correa, en un sinnúmero de ocasiones, inventaba verdades inexistentes, en otras, emitía verdades a medias, con lo que lograba engañar, o al menos confundir a un amplio segmento de la población. Igualmente, en cuanto a las opiniones, comentarios, etc., que solía expresar el ex mandatario a través del sinnúmero de medios oficialistas, y, por cierto, de los afines a la revolución ciudadana; con frecuencia mal informaba a la ciudadanía.
A las permanentes inexactitudes a las que Correa acudía para procurar desinformar a la población; concomitantemente, suscitaba una fuerte división y enojo de los ciudadanos.
Si es que los medios de ese gobierno, hubieran sabido informar de manera veraz y eficaz; aquello habría contribuido a fomentar la concordia y la tranquilidad; pero penosamente, eso jamás ocurrió en la malhadada gestión correísta; ese fue uno de los motivos por el que el país quedó como quedó.