En entrevista televisada, el Gerente General de Petroecuador manifestó que la empresa estatal ha incurrido en un error, al comercializar la gasolina súper, con precios inferiores a los de las distribuidoras privadas. “Es que a veces nos portamos “regalones”, dijo.
Resulta sorprendente que, tras años de Gobierno, cuando la crisis económica ha hecho presencia, recién se hayan dado cuenta que han venido cometiendo semejante despropósito. Ahora se ha decidido incrementar el precio en dos centavos de dólar mensuales hasta llegar a igualarse a USD 2,30 por galón, que es al que venden las comercializadoras privadas y de esa manera evitar la competencia desleal.
Viene a la memoria lo que sucedió hace muchos años, cuando el Banco Central intervino en el mercado libre de divisas y decidió vender dólares a la cotización oficial; es decir, a una cotización muy por debajo de la que tenía el mercado libre. El resultado fue catastrófico.
Todo el mundo se volcó a comprar dólares baratos, las reservas se redujeron dramáticamente y el remedio resultó peor que la enfermedad. Ahora están llorando sobre la leche derramada, pues las pérdidas deben ser inmensas. No cabe duda que el Estado es pésimo administrador.