El 30 de septiembre del 2019 en la página Editorial de EL COMERCIO el connotado periodista Miguel Rivadeneira Vallejo escribe: “Jueces y políticos, ya basta”, y luego afirma: “La paciencia de los ecuatorianos no es eterna. Mientras se sufre la crisis económica, crece el desempleo y la falta de empleo pleno que genera angustia en las familias, la mayoría de la dirigencia política no asume su responsabilidad frente a la necesaria y urgente reforma electoral y hay operadores de justicia que se acostumbraron a tapar la corrupción generalizada…”.
No se puede vivir, disimulando iniquidades que fomenta la impunidad. Hay que poner la casa en orden.
Los actos vandálicos que destruyeron la ciudad de Quito no pueden repetirse, la deshonestidad hay que combatirla.
“Tramitón el invisible” no puede seguir en algunas instituciones públicas y GAD de la República cobrando coimas que algunos la llamaron simples propinas. Los Jueces no pueden seguir donando justicia por miedo o motivos inconfesables. Los órganos de control no pueden seguir disimulando lo que pasa en la Administración de Justicia. No pueden ignorar lo que manda el art. 83 N.8 de la Constitución que dispone que es obligación de todas y todos “Administrar honradamente y con apego irrestricto a la ley el patrimonio público, y denunciar y combatir los actos de corrupción”.