¿El promocionado ‘Fair Play’ (Juego Limpio) en el deporte se podría aplicar a la política? ¿Qué reglas básicas se deberían respetar para aplicarlo? La respuesta no es complicada: respetar la Constitución, la independencia de poderes, el trabajo de los medios de comunicación, no organizar las odiosas contramarchas que no permiten al pueblo manifestarse libremente y, por supuesto, dejar de lanzar las cortinas de humo para ocultar los escándalos y la grave situación económica del país. Ahora la pregunta es: ¿interesa al Gobierno actual jugar limpio? o peor aún, ¿qué tan sucio está dispuesto a jugar por defender su proyecto? El tiempo lo dirá.