La prensa publica en diferentes fechas, algunos hechos públicos que preocupan, porque hemos llegado al extremo de que las personas que tienen a su cargo el mantenimiento del orden en la ciudad, se vean obligados a movilizarse en grupos para poder cumplir con tal obligación y no ser atacados por cuadrillas que buscan el desorden.
Mi inquietud radica en el hecho de que los desafueros van haciéndose más frecuentes y más agresivos, porque los “derechos humanos” que los proclaman algunas autoridades y jueces mal informados; y, obviamente, los grupos anarquizantes, piensan que tal jurisprudencia protege solo a los que quieren caotizar la ciudad y no a los servidores del Estado.
La situación descrita exige revisar algunas normas en que se desenvuelven los miembros de la “policía de la ciudad”, para dotarles de equipos de seguridad a fin de que los respeten y no estén en desventaja, principalmente, frente a vendedores ambulantes que quieren tomarse todas las calles, creando no solo desorden urbano, sino inclusive inseguridad para el transeúnte, mientras los mercados construidos para el efecto, estarían casi desocupados.
La dotación exclusivamente de un tolete plástico resulta, al momento, casi una burla, frente a grupos armados con armas blancas, por lo cual los “metropolitanos” necesitan contar con equipos no letales, como pistolas eléctricas y similares. Bastará ello para que sean respetados.