¡Pobre metro de Quito, está en la banca!

Según declaraciones del Alcalde El Metro de Quito debe entrar en servicio en abril de 2021, parece que eso no va a suceder, la puesta en marcha del Metro está empantanada, su operación es la piedra en el zapato. No se logra tomar una decisión sobre quien operará el Metro de Quito, parece que hay dos posturas, la una que sea operado con personal nacional asesorado por especialistas individuales (operación directa) y, la otra que su operación sea encargada a empresas especializadas (como alianza o como concesión), decisión no fácil de tomar porque además del costo, está conseguir eficacia y eficiencia en la operación (B/C). Desde el punto de vista técnico-administrativo esta difícil decisión se puede aliviar si se estudia el contrato de construcción del Metro; en los contratos de este tipo (objetivo poco común), obligatoriamente hay cláusulas en donde el constructor se compromete a operar un determinado tiempo hasta dejar el objeto del contrato a punto, además, en el proceso de construcción y en este período, se compromete a preparar y capacitar al personal de operación y de dirección que después administrará el sistema. Si en el contrato de construcción existen estas cláusulas, la decisión se inclina a la operación con personal nacional y, si no existen, que, dicho sea de paso, es un error garrafal de quienes firmaron el contrato de construcción (pérdidas enormes); obligadamente la decisión debe ser la contratación de una empresa especializada.

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