Muy enfocado y realista el escrito del Sr. Juan Carcelén que con estilo nerudista describe la estrategia de los dueños de la plaza de toros Quito para evitar dejar sin empleo a Calahorranos, Icazas, Almeidas etc., nombres celebres de la fiesta brava nacional en un espectáculo que en 20 días sancionará con poca afluencia de verdaderos aficionados a este majestuoso evento creado hace 50 años y que ha sido mutilado en su tercio más importante, la muerte del toro en el ruedo, aquel momento el más importante que espera el matador de toros, el ganadero y el público y que en 2011 no veremos.
En esta temporada la pregunta 8 aprobada llevará a apuntillar al animal una vez que este regrese por la puerta donde salió al chiquero luego de ser picado, banderillado y toreado para luego ser distribuida su carne a toda la ciudad. Realmente el experimento que empieza el 26 de noviembre llamado feria de Quito 2011 habrá bajado el telón de la otrora Feria Jesús del Gran Poder que llenó de gloria a Quito durante los últimos 50 anos.