Pillos, vivos, vivísimos

Hemos visto que se han llevado, se han repartido el dinero del país, nombres los conocemos todos, no porque la justicia los juzgue sino por que escapan, sin apuro, pues reciben aviso. Y el que cae preso, lo hace por la más mínima pena, para luego salir, gozar de su jugoso retiro temprano en compaña de sus queridos compañeritos (socios) o familiares que reciben también micro sentencias. ¿Pero no hemos pensado que una banda de delincuentes tiene una cabeza?; ¿dónde está?, ¿es el más vivo, el vivísimo, que está protegido? Acaso dejó una cadena de protección en puestos claves para que a él ni la más remota sombra le llegue. Se verá justicia, o llegaremos a ser un paraíso para delincuentes.  

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