Hace pocos días aproximadamente a las 07:30 estaba conduciendo mi vehículo por la av. Manuel Córdova G. con dirección al redondel de El Condado, siendo esta una hora pico y acompañado de los trabajos que se están ejecutando en el redondel, se forman grandes colas de carros y tal congestión que el desplazarse 8 km nos toma muchas veces más de 25 minutos. Sin embargo adivinen qué… Por el retrovisor pude ver una caravana vehicular que venía escoltada por dos motos de policías que se abrían paso entre la congestión para dejar el libre paso a la caravana oficial, el policía motorizado me pedía que me orille en la vía, pero no podía hacerlo con la rapidez que él me exigía por lo que se acercó, me golpeó el vidrio de la ventana y gritándome más gestos manuales me dijo –hágase a un lado- mis hijas que me acompañaban en ese momento,, pues justamente estaba llevándolas a la escuela, se quedaron asustadas por la actitud del policía. Entre tanto autoritarismo y prepotencia la caravana se abrió paso y mi sorpresa fue que se trataba únicamente de dos vehículos tipo Jeep algo viejos y sucios, pues con seguridad que el que desplazaban no era el funcionario titular, a lo mejor se trataba de algún familiar o amigo de este y que evidentemente estaba atrasado a su cita.