Si bien es cierto que la integración de los países americanos, más que una idea, es una necesidad imperativa. Actualmente América Latina sigue sumida en un estado de subdesarrollo y dependencia económica de las grandes potencias, esto se debe a que es una región que al estar relacionada tan profundamente en lo territorial, cultural y social, y que por consiguiente debería estar también relacionada política y económicamente, está dividida en más de una veintena de repúblicas que durante más de 200 años han entablado serias relaciones con los países europeos y EE.UU., que con sus propios vecinos.
Es por esto que si se quiere fijar un nuevo rumbo para América Latina y el Caribe la integración de sus países es necesaria, conforme fue el pensamiento del gran libertador Simón Bolívar, que hubiera traído beneficios enormes para la región ya que al unirse políticamente, también lo haría económicamente. En la actualidad Ecuador no tiene moneda propia y la situación económica y financiera está en vilo, y a merced de los países que pertenecen a los mercados de la competencia imperfecta. Los gobernantes se pelean a dentelladas para llegar al poder y llenarse los bolsillos de dinero ajeno y no trabajan, solo asumen por la desesperación de los ciudadanos que estamos ávidos de una esperanza de buenos días no solo para nosotros, sino para nuestros hijos.