No, no me refiero a los deseos que nos embargan a la mayoría de nosotros por las épocas de Navidad y Año Nuevo.
Me refiero a la declaración leída en uno de los diarios de la capital, respecto a que el presidente de Irán, Sr. M.A. (nombre muy difícil de pronunciarlo y más difícil de escribirlo y total ¡para lo que importa!) viene en una vista de “paz y amor”.
Paz y amor, como la manifestada a la muchacha asesinada ¡a pedradas! ¿Acusada de adulterio? ¿Paz y amor como la sentencia de pena de muerte a quien tenga otras inclinaciones sexuales, que nuestra Constitución defiende?
¿Paz y amor como la amenaza de borrar del mapa a un país tradicionalmente amigo del Ecuador como Israel?
Y así, se pudiera seguir con muchos ejemplos más.
¿Se imaginan ustedes a este sátrapa con una bomba atómica?
Sólo la ceguera, el odio y la ingenuidad de nuestro gobernante pueden creer que su programa nuclear sea para fines pacíficos. ¿O será que sigue las instrucciones del “sultán del Orinoco”? Otro sátrapa de la misma calaña.
La Comunidad Europea lo condena, Bélgica es parte importante de dicha Comunidad, la esposa del Presidente nació allá. El mismo ha manifestado su deseo de irse a vivir allá, para lo cual compró un departamento en Bruselas. ¡Y lo recibe con los brazos abiertos!
Sr. Presidente, si no le caen bien los americanos, por lo menos haga negocios con países que le den algo de beneficio al Ecuador y no con estos que hacen parecer a la inquisición como las Hermanitas de la Caridad.