La paz como principio y como doctrina

El mundo cristiano y católico acaba de vivir y gozar la celebraciones del tiempo de Navidad y Año Nuevo. El espíritu navideño desborda alegría y felicidad espontánea. ¿Quién no ha estado contento? Su mensaje de amor, perdón y reconciliación contagia a todo ser humano de buena voluntad irradia y crea en lo más íntimo la paz como bien y realidad esencial. Coincidencialmente dos estrellas fulgurantes iluminan el diáfano firmamento del mundo cristiano y católico. La imagen del santo padre Francisco, el denominado hombre del año, y la personalidad del estadista más importante del milenio: Mandiva Mandela preconizan la paz como bien supremo. El amor, el perdón, la reconciliación como principios; la equidad, la justicia social y conjuró de la pobreza como doctrina. Este mensaje debe llegar al corazón y a la mente de todos los gobernantes del mundo y líderes de los pueblos para, en convivencia pacífica y seguridad jurídica, mejore la inversión económica externa e interna, más trabajo, ingreso, salud, educación, capacitación, riqueza.

Suplementos digitales