PARANOIA

Muchos liderazgos en el mundo se van construyendo como respuesta a las tensiones que la responsabilidad provoca ante la falta de respuestas a los compromisos adquiridos que a veces son mucho más complejos de lo que prometieron sus ofertantes. Todo liderazgo paranoide está centrado en un pensamiento proyectivo, hostil, suspicaz, autorreferencial, de ideas delirantes, de miedo a la pérdida de la autonomía así como los sentimientos e ideas de grandeza que hacen difícil el trato con este tipo de personas, el sentirse engañados, fastidiados o el creer que todas las frases que escuchan van en su contra, que le son hirientes o que atentan contra su vida hace que recuerden por mucho tiempo actos de supuesta persecución o rebelión que deben ser vengados de cualquier modo. La reacción desproporcionada ante acontecimientos ambiguos hace a estas personas muy desconfiadas. Maquiavelo dice: "Así pues, encuentras enemigos en todos aquellos a quienes has injuriado al ocupar sus dominios, y no puedes mantener la amistad de los que te ayudaron a mantener esta posesión, ya que no serás capaz de satisfacer sus esperanzas". Las amenazas y represalias que con frecuencia expresan estos liderazgos llegan a provocar miedo hasta en los miembros de la misma organización a la que pertenecen, el supuesto peligro o temor a la pérdida del poder alcanzado con tanto esfuerzo contradice el papel de grandes inventores o brillantes filósofos que creen pueden planificar de forma magistral el universo al que tienen el delirio de devolverle su perdido estado de felicidad.

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