Hemos visto, estremecidos de dolor y de ira, los últimos acontecimientos que han paralizado la vida tranquila de nuestro quehacer diario en esta patria amada entrañablemente y respetada por ser la nuestra y por su historia heroica y sacrificada.
Manejados desde afuera, desde sitios propicios para la destrucción y el odio, por intervención de dictadores oprobiosos, autoridades ilegítimas que han aherrojado la libertad de sus pueblos, unos cuantos traidores a la patria, a la que esquilmaron con negociados, coimas y enriquecimiento con plata del pueblo, utilizaron a masas ignaras para robar, destruir, atentar contra una ciudad hermosa, Quito, llena de riqueza artística, admirada por el mundo entero, Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco, ciudad capital de todos nosotros! Pero la sensatez, de autoridades y del pueblo se impuso y hoy podemos respirar tranquilos.
¿Cuándo maduraremos y civilizadamente nos pondremos de acuerdo, superando nuestras discrepancias y ambiciones?
Que los bochornosos hechos que hemos presenciado, tristes e impotentes, jamás se repitan y que los enemigos internos y externos nos dejen vivir en paz y en armonía.